Pensamiento estratégico y el bambú japonés
Por:
Mariano Ruani
Seguimos con los textos prestados, Martin Secco me envió un viejo texto acerca del pensamiento estratégico y el bambú japonés. Cada uno tendrá sus interpretaciones pero suele ser muy motivacional (¿?) en momentos en que los proyectos no terminan de ver la luz a la velocidad que nos gustaría…
Me recuerda mi MBA donde nuestro Director nos despidió con esta misma metáfora…ahora se de donde la sacó… (no lo voy a nombrar para no quemarlo) :-D
PENSAMIENTO ESTRATÉGICO Y EL BAMBÚ JAPONÉS:
No hay que ser agricultor para saber que una buena cosecha requiere de buena semilla, buen abono y riego constante.
También es obvio, que quien cultiva la tierra no se para impaciente frente a la semilla sembrada y grita con todas sus fuerzas: "¡crece, maldita seas!"
Hay algo muy curioso que sucede con el bambú japonés y que lo transforma en no apto para impacientes:
Siembras la semilla, la abonas, y te ocupas de regarla constantemente.
Durante los primeros meses no sucede nada apreciable, en realidad, no pasa nada con la semilla durante los primeros siete años, a tal punto, que un cultivador inexperto estaría convencido de haber comprado semillas infértiles.
Sin embargo, durante el séptimo año, en un período de sólo seis semanas la planta de bambú crece ¡más de 30 metros!
¿tardó sólo seis semanas en crecer?
No. La verdad es que se tomó siete años y seis semanas en desarrollarse.
Durante los primeros siete años de aparente inactividad, este bambú estaba generando un complejo sistema de raíces que le permitirían sostener el crecimiento que iba a tener después de siete años.
Sin embargo, en la vida cotidiana, muchas personas tratan de encontrar soluciones rápidas, triunfos apresurados sin entender que el éxito es simplemente resultado del crecimiento interno y que éste requiere tiempo.
Quizás por la misma impaciencia, muchos de aquellos que aspiran a resultados en corto plazo, abandonan súbitamente justo cuando ya estaban a punto de conquistar la meta.
Es tarea difícil convencer al impaciente que sólo llegan al éxito, aquellos que luchan en forma perseverante y saben esperar el momento adecuado.
De igual manera es necesario entender que, en muchas ocasiones, estaremos frente a situaciones en las que creeremos que nada está sucediendo. Y esto puede ser extremadamente frustrante.
En esos momentos (que todos tenemos), recordar el ciclo de maduración del bambú japonés, y aceptar que -en tanto no bajemos los brazos, ni abandonemos por no "ver" el resultado que esperamos, sí está sucediendo algo dentro nuestro: estamos creciendo, madurando.
Quienes no se dan por vencidos, van gradual e imperceptiblemente creando los hábitos y el temple que les permitirá sostener el éxito cuando este, al fin, se materialice.
El triunfo no es más que un proceso que lleva tiempo y dedicación.
Un proceso que exige aprender nuevos hábitos y nos obliga a descartar otros.
Un proceso que exige cambios, acción y formidables dotes de paciencia.
Me recuerda mi MBA donde nuestro Director nos despidió con esta misma metáfora…ahora se de donde la sacó… (no lo voy a nombrar para no quemarlo) :-D
PENSAMIENTO ESTRATÉGICO Y EL BAMBÚ JAPONÉS:
No hay que ser agricultor para saber que una buena cosecha requiere de buena semilla, buen abono y riego constante.
También es obvio, que quien cultiva la tierra no se para impaciente frente a la semilla sembrada y grita con todas sus fuerzas: "¡crece, maldita seas!"
Hay algo muy curioso que sucede con el bambú japonés y que lo transforma en no apto para impacientes:
Siembras la semilla, la abonas, y te ocupas de regarla constantemente.
Durante los primeros meses no sucede nada apreciable, en realidad, no pasa nada con la semilla durante los primeros siete años, a tal punto, que un cultivador inexperto estaría convencido de haber comprado semillas infértiles.
Sin embargo, durante el séptimo año, en un período de sólo seis semanas la planta de bambú crece ¡más de 30 metros!
¿tardó sólo seis semanas en crecer?
No. La verdad es que se tomó siete años y seis semanas en desarrollarse.
Durante los primeros siete años de aparente inactividad, este bambú estaba generando un complejo sistema de raíces que le permitirían sostener el crecimiento que iba a tener después de siete años.
Sin embargo, en la vida cotidiana, muchas personas tratan de encontrar soluciones rápidas, triunfos apresurados sin entender que el éxito es simplemente resultado del crecimiento interno y que éste requiere tiempo.
Quizás por la misma impaciencia, muchos de aquellos que aspiran a resultados en corto plazo, abandonan súbitamente justo cuando ya estaban a punto de conquistar la meta.
Es tarea difícil convencer al impaciente que sólo llegan al éxito, aquellos que luchan en forma perseverante y saben esperar el momento adecuado.
De igual manera es necesario entender que, en muchas ocasiones, estaremos frente a situaciones en las que creeremos que nada está sucediendo. Y esto puede ser extremadamente frustrante.
En esos momentos (que todos tenemos), recordar el ciclo de maduración del bambú japonés, y aceptar que -en tanto no bajemos los brazos, ni abandonemos por no "ver" el resultado que esperamos, sí está sucediendo algo dentro nuestro: estamos creciendo, madurando.
Quienes no se dan por vencidos, van gradual e imperceptiblemente creando los hábitos y el temple que les permitirá sostener el éxito cuando este, al fin, se materialice.
El triunfo no es más que un proceso que lleva tiempo y dedicación.
Un proceso que exige aprender nuevos hábitos y nos obliga a descartar otros.
Un proceso que exige cambios, acción y formidables dotes de paciencia.
Escrito por: Mariano Ruani
About Mariano Ruani
Co-Fundador y Director Ejecutivo del Club de Business Angels del IAE. Como parte de mi función en el Club me ha tocado en suerte participar como mentor de NAVES, participar de los jurados de algunas competencias de planes de negocios. Pero principalmente estar en constante contacto con emprendedores e inversores, investigando y analizando cientos de proyectos.
5 comentarios:
Acabo de terminar de leer esta genial metáfora del bambú japonés. Acaba de hacer click mi cabeza.
Realmente hay que cultivar nuestros objetivos / sueños.
Esta enseñanza me hace acordar a un dicho que digo siempre. "Voy lento, pero pisando fuerte: escalón por escalón".
Gracias por el post.
Saludos desde Córdoba.
MattuRock
Me alegro que te haya gustado.
Si motivó a una persona ya cumplió su objetivo...;-)
Mariano, muy bueno! Me deja todo el día pensando, sin dudas. Saludos :-)
Hola Mariano, en general como sabes, soy hiperactivo y ansioso,y le pongo y me pongo mucha presion en todos los proyectos que empiezo.
En el caso del Nach 1
www.bravomotorcompany.com.ar
antes de empezar, sabia que los autos que uno ve en la calle tienen entre 7 y 10 años desde que nace la idea(peor que el bambu!!!).
Con lo cual sabia que los resultados iban a tardar mucho tiempo en llegar(si llegaban).
Pero lo paradojico, es que el otro dia vi, que todavia tenia en el celular una foto con mi hijo Nacho(disparador de la idea) en el anterior salon del automovil de hace solo dos años.
Y lo increible es que la estaba mirando en mi propio stand del proyecto de mi auto, en el salon internacional y con el modelo del Nach 1 al lado mio.
Solo ese instante vale todos los años de sacrificio que tengo llevando el proyecto adelante.
Realmente si uno tiene perseverancia, y un objetivo muy claro la recompensa llega, y no me refiero al dinero , y ni siquiera a la realizacion del proyecto(puede fallar, como diria Tu Sam), sino a la sensacion de haber cumplido con uno mismo,y con los sueños que lleva adelante.
Ver el proyecto en medios y sitios especializados, nacionales e internacionales, y poder demostrar a mis hijos el valor de luchar por una idea , vale mas que todo el proyecto.
abrazo
Miguel Angel
http://www.clarin.com/suplementos/autos/2007/06/14/c-01437677.htm
http://www.diseno-art.com/encyclopedia/concept_cars/bravo_motor_company_nach_1.html
http://www.allaguida.it/articolo/nach-1-prima-concept-car-argentina/3858/
Excelente!!!!!
Mas que grafico.
Lo dificil es mantener la calma mientras transcurre el tiempo.
Analia V.G. Herrero
analia@info-tech.com.ar
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